
Muchas parejas se limitan al contacto sexual una vez que han conseguido un embarazo, ya sea por miedo a lastimar al bebé o por sentirse incómodos ante la idea de seguir intimidando pues su concepto como pareja ha cambiado.
Ambas ideas son totalmente erróneas y surgen a causa de la falta de conocimiento en el tema lo cual puede terminar incluso con la estabilidad de una pareja, por ello en este artículo vamos a desmentir algunos de estos tabúes en cuanto al sexo durante el embarazo.
Una mujer embarazada no tiene deseo sexual.
Al contrario, una mujer embarazada está más necesitada que nunca de abrazos, caricias, besos que la hagan seguirse sintiendo atractiva para su pareja, respaldada y amada.
Además de esto, si bien al principio puede que nos sintamos extrañas con todos los cambios físicos y emocionales, después del 3er o 4to mes, la carga de hormonas, elevan la lívido y con esto el deseo sexual.
El bebé se da cuenta de lo que papá y mamá están haciendo.
Esto es totalmente falso, un bebé nunca sabrá que sus padres están teniendo relaciones sexuales, pero lo que sí puede sentir es el bienestar que una mujer experimenta en el cato, ya que las endorfinas liberadas con el orgasmo, llegan hasta el bebé.
Tener sexo puede lastimar al bebé.
No es el tener en sexo en sí lo que lastima al bebé, sino las posiciones o el ritmo con que se tiene. Para evitar esto, prueben posiciones donde la penetración no sea tan profunda, así como evitar aquellas donde se pueda aplastar la barriga.
Si se tiene algún riesgo de aborto o se debe tener cualquier otro tipo de cuidado en el embarazo, será recomendable plantearle al médico sobre la posibilidad de tener relaciones sexuales, para los demás casos, la intimidad está más que recomendada.
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