
El uso del liguero era algo común antes de que aparecieran las medias pantys. Posteriormente, el uso de éstas se masificó el liguero perdió protagonismo en el cajón de la lencería femenina.
Sin embargo, diseñadores como Andrés Sardá y otros lo resucitó cuando sus modelos desfilaron en la Pasarella Cibeles Madrid Fashion Week Primavera-Verano 2011. El hecho volvió a poner en actualidad a ese pequeño accesorio mítico de la lenciería femenina: el lieguero.
Está claro que la connotación del liguero ha cambiado a través del tiempo. Si bien en el pasado era indispensable para sujetar las medias, al día de hoy es una mera excusa y es más un instrumento de seducción que lleva consigo muchos años asociado a cierto morbo sexual que algunas chicas saben explotar muy bien a su favor, ¿serás tú alguna de ellas?.
A pesar de ser una prenda de uso poco común en Internet lo encontramos en muchos lugares. En Classic-charm.es se encuentran desde 6 ligas y varias chicas afirman que son los más duraderos debido a sus broches metálicos.
Laperla.com también tiene su oferta de ligueros de alto standing que suelen comprar mucho las novias para el día del gran evento.
En la línea del low cost ofrecen ligueros las tiendas online que incluyen lencería íntima en sus catáologos: Venca.es, laRedoute.es, Intimissimi y H&M.
Etam.es, El Corte Inglés y Nenereis.com también ofrecen los ligueros en sus secciones dedicadas a la lencería de mujer.
Sus usuarias habituales aseguran que lo mejor es empezar con unos pequeños ligueros negros que combienen con toda la lencería de nuestro cajón, para posteriormente integrar colores como el rojo o un elegante burdeos para un toque muy chic.
El compañero por excelencia del liguero es el encaje, infaltable complemento que lo adorna y lo hace más provocativo.
Su uso es casi exclusivamente de seducción de la pareja sujetando las medias y con alguna lencería a juego igual de sexy. Las medias más adecuadas son las que no tienen liga de silicona en la parte alta y ya los colores y las combinaciones las dejamos a vuestra imaginación.
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