
La lencería femenina no ha escapado de la tendencia retro. Es así como vimos en las últimas pasarellas prendas íntimas con una clara influencia de los años 4o, con evocación al Burlesque, un espectáculo cargado de ironía cuyo origen se remonta a mediados del siglo XIV pero adaptado a los tiempos que corren.
Ya en aquella época, este género estaba asociado a la sensualidad e incluso, posteriormente, derivó en el neo Burlesque donde el strip-tease total o parcial no es una opción sino una característica.
Como todo espectáculo posee una estética, que ha marcado un estilo de lencería femenina muy erótica y sensual con prendas y complementos infaltables: corséts, medias hasta los mulos sujetadas con ligueros, bragas con volantes de bailarina, guantes de satén, tacones altos y la enterna compañera: una boa de plumas.
Inspiradas en estas prendas vimos hace poco la colección de lencería íntima que la famosa modelo Gisele Bündchen presentaba de mano de la empresa Hope Lingerie. La lencería de Bundchen recupera un Burlesque con mucha clase: transparencias, encajes, plumas, estampado animal print, pedrería en tonos negros y nude, entre otros.
Otra versión de la lencería femenina Burlesque la planteó la italiana marca Intimissimi en su última colección: coulottes de talle alto, sujetadores balconet, encajes y cintas, tranparencias y tejidos delicados y sugerentes para destacar la sensualidad femenina. Y para dar un acento divertido, Intimissimi sugiere complementos como antifaces, y corsés con ligueros ideales para un strip-tease amateur. Los colores que predominan en la colección de lencería íntima de Intimissimi son el negro, rojo, rosa, y avena.
Otra versión moderna de la lencería íntima con inspiración Burlesque es la famosa Dita Von Teese que incluso ha modelado transparencias y corséts sin sujetador mostrando su cuerpo como Dios la trajo al mundo.
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